Este
proyecto de escuela procura la construcción de proyectos de vida,
soportados en el amor, la confianza y la solidaridad, nos encontramos
con niñas, niños y jóvenes capaces de estudiar, jugar y participar,
para construirse ellos mismos y procurar por la construcción de su
entorno. Hay aquí una predisposición para asumir la vida.
A través del arte estamos apostando a la
construcción de hombres y mujeres referentes de paz, amor, responsables
de sí mismos y de su entorno social.
No se trata de formar actores, sino por el
contrario formar seres humanos sensibles estéticamente, comprometidos
con su realidad y con el conocimiento.
Esta propuesta está hecha pensando en la
necesidad de crear espacios de vida para las niñas, los niños y los
jóvenes, un espacio para interactuar con el otro, ese otro que le
posibilita el reconocerse y reconocer en la diferencia, en la
interrelación, en el contacto, con pares que sueñan, creen, y esperan
un mundo mejor.
Es posibilitar a través del juego
artístico el vencer el miedo, la inseguridad, el temor al rechazo, al
ser descubierto y descubrir en el otro seres sensibles cargados de
amor, de creatividad, de esperanzas, es posibilitar en niñas, niños y
jóvenes el descubrirse como seres capaces de transformarse y
transformar su entorno social y cultural, el reconocerse como actores
de su propia vida y la de sus comunidades.
Buscamos que este espacio sea un espacio
de reflexión, de encuentro, de acercamiento, de despertares, de
construcción, de empoderamiento no sólo de sus espacios vitales, sino
de sus propios proyectos de vida, que se construyen desde sus
expectativas, sueños y esperanzas.
Esperamos que a través del proceso de
formación desde el arte, construyan herramientas que les posibiliten
ser actores claves en el desarrollo sus comunidades y de nuestra
sociedad y que desde la fantasía, el juego, la creatividad y la alegría
contribuyan en la generación de procesos de convivencia pacífica en su
casa, barrio, entorno familiar y social.
Por qué el arte para formar "...formarse es un proceso de
construirse a sí mismo una imagen mediadora basada en la relación, no
sólo con las cosas, sino con los otros, esos otros que también
proyectan su imagen. Es un problema de identidad. Es un problema de
valores. Es un problema de elaboración de conocimiento”.
...cuando el sujeto conoce traspone una excitación nerviosa en una imagen” Elvia María Gonzáles
El
teatro es un objeto de conocimiento que le permite a las niñas, niños y
jóvenes involucrarse en un proceso comprometido de aprendizaje, en el
que se tienen en cuenta las necesidades propias del desenvolvimiento
humano: la construcción de sí mismo, la búsqueda de seguridad,
dignidad, comunicación, interacción, participación; desde el desarrollo
de: sus propios saberes, imaginarios, criterios, habilidades,
destrezas, capacidades, y creatividad.
¿QuÉ posibilita el arte en la enseÑanza?
Las niñas, niños y jóvenes construyen aprendizajes estéticos y expresivos a través de los juegos dramáticos.
Tienen la invalorable oportunidad de desarrollar su mundo interior. Desarrollan la capacidad de interacción y relación.
Construyen un pensamiento crítico, a partir de la pregunta por su propia vida y de la búsqueda de respuestas por sí mismos.
Conduce al que aprende a tomar posesión de sus recursos y capacidades expresivas.
Activa la capacidad de observación, socialización y fabulación.
Trabaja aspectos como la atención,
concentración, la norma, la disciplina; aspectos que contribuyen a los
aprendizajes académicos y vitales.
El teatro es comunicación: brinda elementos comunicativos y expresivos verbales y no verbales.
La representación: representar es
jugar a convertirse en otro, explorar lo diferente de uno mismo,
requiere del autoconocimiento, del conocimiento de los otros, y de la
capacidad de adaptación a situaciones nuevas.
Brinda un espacio socialmente
permitido para expresar libremente temores y fantasías, conflictos y
dificultades, desahogar emociones y sentimientos confusos sin temor a
la reprobación.
El teatro como juego: La lúdica
despierta en el hombre la necesidad de explorar el mundo próximo y de
descubrir sus propias posibilidades, es la oportunidad de conocer y
entrar en relación consigo mismo y con el otro.
Al poner lo aprendido en la puesta
en escena reconoce sus capacidades y las del otro. El trabajo en la
escena le permite ser reconocido y valorado, y a través del aplauso de
familiares y amigos se siente aceptado y amado.
¿Pero quÉ ofrece el arte y este proyecto en particular a niÑas, niÑos y jÓvenes ?
Un
proyecto como este le permite a las niñas, niños y jóvenes la
deconstrucción de lenguajes hostiles a través de la experiencia
estética, reconociendo lenguajes por los cuales se pueden expresar y
comunicar, propiciando la palabra, la comunicación, el respeto por la
diferencia, la equidad, despertando el deseo de reconocerse y reconocer
al otro, recuperando la confianza en sí mismo y en el otro,
descubriendo que son seres integrales capaces de reinventar su propia
historia.